Las trabajadoras de la limpieza están en contacto constante con químicos, algunos de los cuales, pueden ser tóxicos. Los productos tóxicos pueden entrar en nuestros cuerpos y causarnos daño, a través de la respiración o al contacto con la piel o los ojos o por medio de la ingestión, el impacto de la exposición puede ir desde un salpullido hasta la irritación de piel o enfermedad severa.